Historia

Hace un cuarto de siglo, nacía el Instituto Santiago Apóstol, una institución educativa que se convertiría en un faro de conocimiento y valores para la comunidad. Fundado en 1998, bajo el liderazgo  la apasionada educadora Hilda Marina Agudelo, este colegio de educación básica primaria y preescolar comenzó su viaje hacia la excelencia académica y la formación integral de sus estudiantes.

Durante estos 25 años, el Instituto ha graduado con orgullo a más de 500 estudiantes, quienes han llevado consigo no solo conocimientos académicos, sino también valores arraigados en la ética y la responsabilidad social. Cada promoción ha dejado una huella imborrable en la historia de la institución, y sus logros y contribuciones en la sociedad son motivo de gran satisfacción.

Con el tiempo, el Instituto Santiago Apóstol ha crecido y se estableció en el barrio Visión de Colombia, donde continúa su misión de inspirar y educar a las generaciones futuras. Hoy, bajo el liderazgo de la Rectora Hilda Marina Agudelo, además del trabajo del equipo directivo y docente, sigue siendo un faro de educación y valores, comprometido con un futuro brillante y enriquecedor para todos sus estudiantes.

Desde el principio, nuestro lema «Dios, Ciencia y Compromiso» ha sido el faro que guía nuestra filosofía educativa. Para nosotros, no es solo una frase, sino un llamado a la excelencia académica y a la formación integral de nuestros estudiantes. «Dios» representa la importancia de los valores éticos y morales en nuestra educación, «Ciencia» nos impulsa a fomentar la curiosidad y el conocimiento, y «Compromiso» refleja nuestra responsabilidad de inspirar a nuestros estudiantes a contribuir positivamente a la sociedad.

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Uno de los principios regentes del Instituto Santiago Apóstol es la idea de ser trascendentes con nuestras acciones en el tiempo. Esto implica no solo preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos presentes, sino también para ser ciudadanos responsables y activos en el futuro. La educación aquí va más allá de la mera transmisión de conocimientos; se trata de fomentar un compromiso duradero con el aprendizaje y la mejora continua.

Otro principio fundamental es el énfasis en la construcción de una vida emocional sana. La educación no se limita a las aulas; se extiende a la formación de personas emocionalmente inteligentes y conscientes. Los estudiantes del Instituto Santiago Apóstol aprenden a gestionar sus emociones, a cultivar relaciones positivas y a ser empáticos con los demás.

La misión de esta institución está intrínsecamente ligada a la responsabilidad de ayudar a los estudiantes a descubrir nuevos conocimientos y a formarlos en las nuevas concepciones culturales. Además, se promueve activamente la apropiación de la tecnología para el mejoramiento de la vida en familia y comunidad. En un mundo en constante evolución, el Instituto se esfuerza por equipar a sus estudiantes con las habilidades necesarias para prosperar en una sociedad cada vez más digital.

Durante nuestra historia, desde el Instituto Santiago Apóstol hemos dejado una marca indeleble en la comunidad, formando no solo mentes brillantes, sino también corazones nobles y almas compasivas. Y mientras avanza hacia su próximo cuarto de siglo, su compromiso con la excelencia y la formación integral perdura, recordándonos a todos que la educación es el camino hacia un mundo mejor.